
Es evidente que cada vez es mayor el número de personas que corre. Podemos encontrar innumerables motivos para empezar: uno de las más comunes es la salud, como forma de contrarrestar los efectos negativos de la vida sedentaria, también como vía de escape para el aburrimiento, la depresión u otros problemas tan comunes en nuestra sociedad, por razones estéticas, huyendo de los kilos que sobran y nos hacen sentir incómodos, o resumiendo, simplemente por sentirnos mejor.
Correr nos ofrece de forma sencilla y barata la respuesta a la mayoría de estos motivos que nos empujan a hacerlo, nos proporciona el bienestar físico y mental que se consigue sobre todo con los esfuerzos aeróbicos prolongados.
No cabe duda que el correr “engancha”, no a todos por igual, pero engancha, provocando una sensación de cierta euforia que nos hace sentir plenos de energía, bien en el momento de realizar el esfuerzo o al terminarlo, o cuando vemos que nuestro estado mejora paulatinamente a medida que pasan los entrenamientos. A ello hemos de unir la agradable sensación de descubrir nuestro propio cuerpo mientras avanzamos.
En el momento que encontramos una buena “excusa” que nos anime a lanzarnos a ponernos unas zapatillas e intentar correr, debemos de empezar a comprender que si queremos hacer realmente placentera esta actividad, que aunque sencilla tiene sus complicaciones, y conseguir al menos el objetivo de perdurar en ella, hemos de respetar una serie de normas básicas y tener en cuenta el variar ciertos hábitos de vida.
- Lo primero es comprobar si tu estado físico es el adecuado para poder correr sin problemas. Es conveniente un chequeo realizado a ser posible por un médico especializado en medicina deportiva que descarte cualquier dolencia para la que el correr pueda ser negativo. También resulta interesante comprobar que nuestra estructura, sobre todo en lo referente a los apoyos, y posibles problemas en rodillas, caderas o columna vertebral, está en condiciones de soportar el stress que generará la carrera. Para ello resulta interesante realizarse un estudio dinámico de la pisada que nos ayude a prevenir posibles lesiones.
- Utiliza equipo adecuado. Aunque las necesidades para correr no son demasiado grandes, si es conveniente prestar especial atención a las zapatillas, que han de ser las necesarias para nuestro peso, tipo de pisada y actividad (cantidad de kilómetros que se vayan a realizar). Usa ropa cómoda y transpirable que te permita libertad de movimientos, te mantenga caliente en invierno y fresco en verano. Un reloj o incluso un pulsómetro, te serán muy útiles para controlar los entrenamientos.
- Mantén siempre una actitud relajada, no obsesiva, pensando siempre que se trata de una actividad lúdica y que ha de ser siempre placentera. Ello no debe implicar que no seas disciplinado, ya que la continuidad y la constancia, son la clave del éxito. Siempre DISFRUTA CORRIENDO.
- Al menos de vez en cuando, procura realizar entrenamientos en grupo, resulta muy motivante comprobar que un deporte tan individual, puede ser realmente social.
- Ten mucha precaución con los que te aconsejan, siempre procura hacer caso de los que estás seguro que saben de esto.
- La premisa básica al comenzar a entrenar es hacerlo siempre de forma progresiva, aumentando paulatinamente las cargas, pero siempre practicando la prudencia.
- Procura seguir un plan preestablecido con una serie de objetivos, pero no dudes en variarlo si las necesidades lo exigen, has de ser flexible, lo primero es no hacerse daño.
- Los estiramientos deben formar parte de tu entrenamiento, estando presentes tanto en el calentamiento previo, como en la vuelta a la calma, como método para aliviar los acortamientos provocados por el trabajo y predisponer de forma positiva para la siguiente sesión.
- Igualmente necesarios son los ejercicios para fortalecer los abdominales, con el fin de compensar las tensiones que generaran los músculos de las extremidades inferiores con su progresivo fortalecimiento con la carrera.
- Ojo con el suelo que pisas. A no ser que no tengas más remedio que correr por asfalto en tus entrenamientos, procura utilizar superficies más blandas, como pueden ser la tierra o hierba.
- La correcta alimentación, forma parte del entrenamiento. Dicen que somos lo que comemos, pero lo que seguro que es cierto, es que rendimos según comemos.
- Vigila tu peso, es fundamental para no lesionarse y en la mejora del rendimiento. Recuerda que correr no te inmuniza contra el sobrepeso, has de cuidar igualmente la alimentación.
- La correcta hidratación es igualmente importante sobre todo en la recuperación de los esfuerzos. Cuando hablo de hidratación no solo hablo de agua, sino también de las sales que en ocasiones ha de contener y que se pierden de forma intensa durante los entrenamientos.
- El descanso es tan importante como el entrenamiento. Sin el no asimilarás el trabajo realizado, y por tanto no mejoraras. Al principio, alterna un día de trabajo con uno de descanso. Cuando consigas cierto nivel, descansa al menos un día por semana.
- Duerme las horas necesarias.
- Aprende a escuchar a tu cuerpo. El te enviará señales cuando algo no vaya bien para que pares a tiempo.
Como en casi todas las actividades, los primeros momentos y lo que hagamos en ellos, serán fundamentales de cara a lo que consigamos más tarde. Recuerda que la prudencia y la paciencia han de guiarte en estos primeros pasos, si pretendes hacer del correr parte de tu vida. Solo una advertencia para el futuro, digo que el correr forme parte de tu vida, no que tu vida gire en torno a la carrera, si llegas a eso entrarás en un terreno peligroso.